“¿La diferencia de edad…? ¡Está buenísimo!” – GENTE Online
 

“¿La diferencia de edad...? ¡Está buenísimo!”

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¿Estas cajas las hace usted? –pregunta la actriz mientras examina una especie de cofre antiguo.
–Sí, son todas artesanales, hechas con mucho amor –responde el vendedor.
–Entonces usted es como yo –dice Romina–. Todo lo que hago, lo hago por amor...

Acto seguido, Romina Gaetani (30) sacará la billetera de su bolso Louis Vuitton y pagará los cincuenta y cinco pesos que le costará la caja de té de madera, con tapa revestida en alpaca y un espejo ovalado en el centro. “Para vos, mi amor”, le dice a su novio, Héctor Limón García (54), quien le agradece con un beso en la boca, como si estuvieran filmando el capítulo de una novela.

Pero esto no es un rodaje. Es sábado a la tarde, y mientras el cielo nublado amenaza con una lluvia torrencial, la pareja recorre la plaza Dorrego y los negocios de antigüedades de San Telmo. Los 7.800 kilómetros que Romina hizo para estar sólo dos días con su novio confirman que todo lo que ella hace, lo hace por amor. Hoy la actriz está instalada en México –en el exclusivo barrio de Polanco del Distrito Federal– donde coprotagoniza Mientras haya vida, la telenovela de TV Azteca que está en el aire desde el 30 de abril y que reemplazó a Montecristo. “Fue como volver a empezar. Arranqué con la novela, después empezaron a pasar los capítulos que filmé en Chiquititas y los que hice en Mujeres asesinas. Y ahora salir a la calle y firmar los primeros autógrafos –algo que ya había vivido en la Argentina pero que nunca me había pasado allí– fue una sensación muy linda”, le confesó a sus amigos el viernes por la noche. A su lado, Limón la escuchaba con atención. Voz y saxo de Vía Varela (banda que nació a fines de 1989 en Lomas de Zamora y que está a punto de lanzar su cuarto disco), es hoy el hombre que le quita el sueño.

Romina llegó a Buenos Aires el viernes 24 por la mañana, y el lunes 27 tuvo que subirse a un avión para volver a las grabaciones. “Lo extraño mucho; por eso aprovecho cualquier día libre para venirme a verlo”, confesó. Durante el fin de semana, como era de esperar, no se separaron ni un segundo. El la fue a buscar a Ezeiza, más tarde salieron a tomar un café con tortas a Palermo Soho, y por la noche armaron una cena con amigos y disfrutaron juntos del triunfo de Racing por 2 a 1 ante Newell’s: los dos son hinchas de la Academia. El sábado se despertaron al mediodía y fueron a caminar por San Telmo, plaza Dorrego, compras, regalitos y mimos incluidos. El domingo, a comer pastas en la casa de los Gaetani. La familia de Romina está encantada con Limón, quien fue presentado formalmente en el verano.

Pero, ¿cómo nació este amor? Ella lo confiesa en la intimidad: “La primera vez que nos vimos fue el año pasado en la casa de Oscar Mediavilla y Patricia Sosa. Como los dos somos amigos de la pareja, coincidimos en una cena en el cumpleaños de Oscar. A Héctor lo conocía, porque siempre iba a los shows de La Bersuit Vergarabat (Limón integró la banda entre 1996 y 1998, cuando grabó el disco Don Leopardo, y siempre es uno de los artistas invitados a los recitales); ahí cambiamos teléfonos. En septiembre nos reencontramos en una fiesta que hizo la revista Rolling Stone. No volvimos a separarnos”, comenta entre risas.

Una de las preguntas que invariablemente deben soportar es sobre los 24 años que los separan. La actriz, muy segura de la relación, afirma: “¿La diferencia de edad? ¡Está buenísimo! ¿No, mi amor?” (y él afirma con la cabeza). “Con el tema de la edad no tenemos problemas, está muy bien”, aclara. La otra cuestión que se les presenta hoy –ya que ella vive en el DF y él en Buenos Aires– es cómo hacen para que funcione, sin celos y conflictos, una relación a la distancia. Ambos coinciden en que tienen que poner mucha paciencia.

La distancia es lo más difícil”, vuelve a comentar Romina. “Por eso son muy importantes estas escapadas que me hago a Buenos Aires, o las que él hace a México. Los dos estamos viviendo momentos muy fuertes en nuestras carreras, y no podemos parar un segundo. Yo estoy con la novela, filmando dos películas en México y produciendo mi primer disco. Y él también está trabajando duro para sacar su nuevo disco, seguir con sus shows… Todas cosas que nos consumen mucho tiempo. Y, como siempre hablamos entre nosotros, la distancia y los proyectos de cada uno pesan, y mucho. Por suerte, en octubre tiene una gira por México. ¡Ahí lo voy a poder mimar más tiempo!”.

Romina celebra las ocurrencias de Héctor con una sonrisa. “Me gustan los hombres honestos, de buen humor y sensibles”, había dicho ella hace unos años. Y lo encontró.

Romina celebra las ocurrencias de Héctor con una sonrisa. “Me gustan los hombres honestos, de buen humor y sensibles”, había dicho ella hace unos años. Y lo encontró.

El sábado por la tarde salieron a caminar por la plaza Dorrego. En las galerías compraron antigüedades y, al final, Romina le regaló a Héctor una caja de té.

El sábado por la tarde salieron a caminar por la plaza Dorrego. En las galerías compraron antigüedades y, al final, Romina le regaló a Héctor una caja de té.

Gaetani llegó el viernes, Limón la fue a buscar a Ezeiza y después se fueron a tomar un café a Palermo Soho. El sábado se levantaron pasadas las doce, almorzaron juntos y salieron de compras.

Gaetani llegó el viernes, Limón la fue a buscar a Ezeiza y después se fueron a tomar un café a Palermo Soho. El sábado se levantaron pasadas las doce, almorzaron juntos y salieron de compras.

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