Está dolida, muy dolida. Casi mucho más que en el verano de Carlos Paz 2012, cuando decidió terminar por primera vez su matrimonio con Gerardo Sofovich (76). Se siente usada, herida en lo más profundo de su alma. La última pelea con Gerardo, su pareja durante 22 años, del que se separó y hace unos meses volvió a apostar por la relación, la devastó. Tanto, que está pensando en irse del país. “Quiere dejar todo atrás. Lo único que la hace dudar son sus dos hijos. Ellos estudian acá, tienen su grupo de amigos, y es difícil que todos se puedan ir del país. Pero si estuviera sola, ya estaría viviendo en Miami”, cuenta una de las mejores amigas de Sofía Oleksak (38). Hoy, ése es su refugio: sus dos hijos, Agustín (15) y Joaquín (13), y sus amigas.
Una de ellas, Consuelo, el último sábado la invitó a Tortuguitas a ver la final entre La Dolfina y Ellerstina. Pero si no fuera por eso, Sofía casi no sale de su casa. Refugiada en el cariño de sus íntimos, no se perdona haber vuelto con el hombre que más amó, y que paradójicamente, según ella, más la lastimó. Hace unos meses tenía resuelto emigrar a los Estados Unidos, donde consiguió un contacto con una financiera. Como mantenía una buena relación con Gerardo a pesar de su separación, se lo comentó. Pero cuando éste se dio cuenta de que la iba a perder para siempre, volvió a seducirla, y Sofía apostó por la reconciliación… Pero nunca imaginó este final, con pases de facturas que ventilaron cuestiones íntimas que hasta ahora sólo ellos dos conocían. “Para ella fue muy duro todo lo que vivió estas últimas semanas. Gerardo decidió hacer pública la pelea de su separación, y lo hizo de una forma muy vulgar. En dos minutos de televisión tiró por la borda tantos años de caballero. Justo él, que siempre despotricó contra los programas de chimentos… Ellos volvieron a estar juntos, pasó algo en la intimidad que ella jamás va a revelar, y eso terminó con la relación. Pero de ahí a que saliera a decir todo lo que dijo… Hoy, Sofía está hablando con su abogado para ver si le puede iniciar acciones legales contra Gerardo por haber mostrado en el programa de Mariana Fabbiani el mensaje de texto que ella le mandó a su celular”, cuenta su amiga, que también está sorprendida por el escándalo. Ni la internación en el Instituto del Diagnóstico, ni la arritmia cardíaca que le diagnosticaron a Sofovich, aplacaron la bronca y la angustia de Sofía: “Esta vez sí, nos separamos para siempre. No quiero saber más nada de Gerardo. Mató todo el amor y el cariño que sentía hacia él”, le dijo Sofía a su familia.
Pero lo más duro en esta historia son sus hijos. Tras la escandalosa pelea mediática, Sofía tuvo que sentarse a hablar con sus ellos y explicarles lo que había pasado. “Ellos son chicos grandes, tienen amigos, escuchan cosas… No doy más. La gente me grita cosas por la calle, y mis hijos también tienen que soportar cualquier tipo de comentario. Mi hijo mayor está en tratamiento psicológico por todo lo que vivimos”, confiesa Sofía. Una de las cosas que más le dolió –aún más que la acusación de haber gastado 75 mil pesos en una tarde con una extensión de la tarjeta de Sofovich– fue que Gerardo dijera que “desde los quince años fue la amante del ex gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann”. Años atrás en Santa Fe se comenzó a hablar de eso, y fueron muchos los que aseguraban que algo había pasado entre la ex modelo y Lole. Pero hasta ahora, nunca nadie se había atrevido a decirlo en público. Para Sofía, “Fue innecesario que Gerardo metiera a tanta gente en el medio”. Ella está convencida de que la cuestión debió arreglarse puertas adentro, y no con un show mediático y televisivo. El sábado, antes de la final de polo, Sofía habló con GENTE. Bajó de su camioneta Kia blanca, y aceptó la charla.
–¿Cómo está, Sofía?
–Triste, nunca imaginé que este amor iba a terminar así. Me duele todo lo que hizo Gerardo…
–En el verano usted me dijo que no iba a volver con Gerardo… ¿Por qué cambió de opinión?
–Fueron muchos años juntos… Fue un hombre muy importante en mi vida, y en mayo volvimos a probar. Traté de recuperar ese amor y aquellos días llenos de felicidad. Pero me equivoqué…
–¿Por qué? ¿Qué desencadenó el final?
–Pasó algo en la intimidad, y la historia se terminó. Lo único que te puedo decir es que yo no lo decidí. Gerardo decidió hacer público algo muy íntimo, e hirió a mucha gente. Estoy muy triste, y no quiero hacer lo mismo. Por ahí, si sólo hubiéramos sido nosotros dos, habría sido distinto.
–¿Lo dice por sus hijos?
–Por mis hijos, mis hermanos, el Lole Reutemann, que fue un gran amigo… No sé por qué se le ocurrió decir esa barbaridad…
–¿Desmiente todo lo que dijo Gerardo?
–No tengo por qué hablar de mi vida privada ni darle explicaciones a nadie. Es una clara maniobra para desprestigiarme…
–¿Por qué cree que lo hizo?
–Sinceramente no lo sé… Lo único que sí te puedo contar es que hace veintidós años que lo conozco, fue un hombre muy importante en mi vida, y lo quise muchísimo. Voy a respetar todo ese amor que vivimos, pero tengo en claro que nunca más… Las amenazas que me hizo por televisión dejaron en claro la clase de persona que es.
Sábado, tres de la tarde. Sofía entra al country de Tortuguitas para ver la final de polo entre La Dolfina y Ellerstina. Invitada por una amiga, decidió salir de su casa “para despejarme”.
Se casaron el 25 de abril de 2009 y se separaron el 28 de diciembre. Nunca convivieron.
“Es muy duro todo lo que estoy viviendo. La gente me grita cosas por la calle. Mi hijo mayor está en tratamiento psicológico por todo lo que vivimos”.
