Su fama de galán la tiene bien ganada. Hoy, cada cosa que hace Gonzalo Heredia (28) convoca a decenas de mujeres que se desesperan por verlo, tocarlo y sacarse una foto. A veces parece un sueño, el berretín de todo hombre convertido en realidad. Otras, esa vorágine se transforma en una carga, una pesada mochila donde prevalece la locura.
Como pasó el jueves en la Costanera Norte de Rosario, cuando llegó al Parador Fiume (marca de ropa que lo viste) para presenciar el desfile de la colección primavera-verano y ver a su amigo Tomás Fonzi (tocó con su grupo, Los Perros Calientes). Su ingreso causó una revolución en el lugar y los organizadores tuvieron que improvisar un lugar dentro del mismo VIP para que el actor de Malparida pudiera tomar algo tranquilo. Gonzalo también lleva el título de caballero. Porque es capaz de hacer lo imposible por conquistar el amor de una mujer, pero a su vez defiende con el silencio cada conquista.
Pasó cuando se lo vinculó a Rocío Marengo, María Fernanda Callejón, Eugenia Tobal, Flavia Palmiero, Marcela Kloosterboer, Mercedes Oviedo y Cecilia Roth (la primera, amor de verano; las dos últimas, largas relaciones). Ahora, todo indica que estaría viviendo un romance con Brenda Gandini (26), la hija de Daniela Cardone, compañera de elenco en la tira que se emite por El Trece. Y aunque, fiel a su estilo, no confirmará nada, tampoco negará la relación.
–Es difícil. A veces, cuando se te cuelgan del auto o te esperan tanto tiempo a la salida de un teatro, en un punto es algo que te supera.
–Lo bueno es que todo lo que tocás se transforma en oro.
–Sí. Trabajo para que me vaya bien, y está bueno que las cosas se den. Pero también estoy esperando que todo se calme un poco.
–¿Podés encontrar esa calma que tanto buscás?
–Se da cuando estoy solo con mi familia y amigos. Ahí es cuando realmente estoy en paz.
–¿Te sentís cómodo en el rol de galán?
–Trato de disfrutar todo, aunque no me gusta que me pongan ningún rótulo. Hoy, por el trabajo que hago, me toca vivir este momento, pero sé que no va a ser para siempre.
–Convengamos que tener todo el tiempo 50 o 100 personas esperando sacarte un autógrafo o una foto no es algo normal.
–No, es verdad. Hay que lidiar con cosas para las que no estás preparado y tenés que dar una respuesta inmediata. Lo mejor es entender que a uno le pasa esto por el trabajo que está haciendo. Si te creés otra cosa, terminás volviéndote loco.
–En teoría todo muy lindo, pero ¿cómo se hace para lidiar con eso?
–En mi caso traté de rodearme de gente que ya había pasado lo mismo, e intenté escuchar sus consejos y experiencias. Aunque a veces se te va de las manos. El otro día fui a la cancha a ver a Vélez, y en lugar de disfrutar del juego tenía adelante a uno sacándome fotos... No me dejaba ver el partido, ni a mí ni a los que estaban atrás.
–¡Encima perdieron con Banfield y se quedaron afuera de la Copa Sudamericana!
–¡Tremendo! ¡Además de molesto, una piedra! Eso te demuestra que la gente que no va nunca a la cancha se tiene que quedar en la casa (risas).
–Mas allá de que muchos quisieran estar en tu lugar, ¿en un punto se sufre todo esto?
–Un poco sí, pero sé que son las reglas de juego. A los argentinos nos gusta opinar de todo: fútbol, política y los romances de los otros. Y hoy, por ejemplo, desde hace cuatro días que tengo guardia en mi casa.
–Es porque se habla de tu romance con Brenda Gandini.
–Sí, pero sabés bien que no hablo de mi vida privada. Es algo que no me gusta. Lo que sí quiero decir es que a veces esto que te contaba de la guardia, es algo peligroso. Te persiguen con el auto, y como no vivimos en el país más seguro del mundo, no sé si me están siguiendo para sacarme una foto o para afanarme.
–Leí que se queda en tu casa y que a vos te gusta agasajarla con ricas comidas.
–(Carcajadas) Me encanta cocinarles a mis amigos, a mi hermana... Y sí, a la gente que quiero le cocino.
–¿Cuál es el plato fuerte de Gonzalo Heredia?
–Me encanta hacer asado, pero no tengo nada irresistible.
–¿Si pongo que estás de novio con Brenda es acertado o me estoy equivocando?
–Poné que estoy bien...
–¿Estás bien con Brenda?
–Sí, estamos bien. Eso es todo y no voy a decir más nada.
Gonzalo pasó por Rosario, invitado por la firma Fiume, y se divirtió.
Lejos en distancia (pero cerca en el corazón), en Palermo, Brenda se ocupaba de su bulldog francés.
El 14 de agosto, Heredia estuvo en el cumpleaños de Brenda, quien sopló 26 velitas en Sabbia, La Recoleta. Hasta entonces nadie hablaba de romance.
