«¿El secreto de mi juventud? Mucho ejercicio, dieta, tango y, lógico, un amor de 30 años» – GENTE Online
 

"¿El secreto de mi juventud? Mucho ejercicio, dieta, tango y, lógico, un amor de 30 años"

Actualidad
Actualidad

"¡Piazzolla! ¡Cómo
nos gusta! ¿Sabés? Astor Piazzolla es una de nuestras

debilidades". Dice ella enfocando el cielo raso del Gran Salón Llao Llao, donde
busca desentrañar el origen de la música funcional que comienza a invadir el
grabador de GENTE. Dice ella, morena, de elegante y lento hablar, salteña, de
curvas y rectas perfectas, fina, Luciana Pedraza, joven promesa, de 30 años.
Ella, que una hora y media antes consultaba al oído de su hombre -y casi sin
recibir negativas- cada pedido del fotógrafo. Ella, que lo lookeaba (en dos
ocasiones) para la producción. Ella, que le pedía al redactor "por favor, y si
no es complicado"
, le mande una imagen de ambos publicada en la revista durante
el 98. "Una de nuestras debilidades, Piazzolla, ¿verdad?", dice ella, repite
ella, y lo mira a él.

"¡Piazzolla! ¡Realmente nos gusta! Igual que me gusta Tanturi, Di Sarli. Por
algo vine como cuarenta veces a la Argentina".

Dice él clavando sus ojos celestes rodeados de surcos en los ojos castaños de
ella, rodeados de imperceptible maquillaje. Dice él, pálido, de anecdótico y
cautivante hablar, californiano, de porte erguido, culto, Robert Duvall, gran
leyenda, de 72 años. El, que una hora antes saludaba a mano firme y entregando
una sonrisa de mirada achinada. El, que les sugería a los periodistas lugares
para comer pizza y asado en Buenos Aires (¡!). El, que observando el paisaje
patagónico imaginaba "filmar una película de cowboys en esta zona". El, que no
para de agradecer hasta los autógrafos que firma. "Por algo vine como cuarenta
veces a la Argentina"
, dice él, repite él, y la mira a ella.

-Aquí estamos -dicen ambos.
-Exacto. Hoy aquí estamos y quizá todo comenzó tres lustros atrás en Broadway,
con una breve palabra: "tango". Por el tango, Duvall vino a la Argentina. Por el
tango, Duvall conoció a Luciana. Por el tango, Duvall estrena Assassination
Tango. ¿Qué es el tango para usted, Duvall?
-Una obsesión tranquila y dulce.
-Bien, ¿y qué era para vos antes de Duvall, Luciana?
-Cierto aspecto cultural del país. Casi no se escuchaba en casa. Con Robert
descubrí el tango. Pienso que le sacó dramatismo. Uno siempre vio el tango con
el entrecejo fruncido, y con él, el tango se disfruta, no se pena. Hasta podemos
sonreír bailando. A partir de allí aprendí a escuchar y encontrar temas
magníficos como Qué te importa que te llore, Emoción…
Robert: -Tres esquinas.
Luciana: -Puedo practicarlo sola, como el tai chi. Igual, a mí me costó
aprender. Robert parece milonguero de toda la vida.

-¿Por qué elegir de personaje cinematográfico femenino a su propia pareja? ¿Para
dejarles registrados a los hijos?… Perdón, antes de avanzar, tras tanto tiempo
de relación, ¿han pensado en casarse o criar hijos?
Robert:
-No sabemos. Nunca digas nunca. En cuanto al papel, lo había escrito
para María Nieves, pero ella no aprendió inglés. Buscaba una joven que pudiera
hablarlo y no lograba hallarla.

-Entonces le echó el ojo a la chica que amanecía cada mañana junto a usted.
Luciana:
-Hace una década, ni yo ni nadie imaginaba que actuaría en una
película. Si no conocía a Robert estaría viajando.
Robert: -Apareció Luciana y cautivó a profesionales, directores, actores de los
Estados Unidos, a todos.
Luciana: -Mi personaje no existía. Apareció Manuela y empezó a crecer.
Assassination… pasó cuatro test de público y siempre pedían más intervención.
Sin embargo, el principal aspecto que rescato fue la posibilidad de improvisar.
Duvall te deja mover con libertad, sugerir el peinado, la ropa, el maquillaje,
dónde querés las cámaras el día que bailás.
Robert: -Improvisation dentro de un marco.
Luciana: -Todos improvisamos en la película, y se nota desde el realismo. Unos
días atrás me levanté a las seis de la mañana y salí hacia unas playas del
Pacífico con mi filmadora. Buscaba gente y seguía su historia. Sin palabras.
Muda. Los recién casados, las amigas chusmas. Con Duvall aprendés a ver lo
sutil. Como los físicos que ven de qué está constituido el oxígeno.
Robert: -Cómo puedo enseñarle al porteño de qué manera sentarse en una silla.
Cuando hice la película de fútbol en Escocia (A shot at glory), desistí de
contratar a Laurence Olivier. El no podría haber gambeteado igual que un
futbolista, pero un futbolista sí podía actuar. Pongo el ejemplo porque adoro el
soccer.

-En el film se cruza con algún chico vistiendo la camiseta de Boca Juniors, e
incluso ensaya unos jueguitos.
Robert:
-Simpatizo por Boca y hago bastantes menos jueguitos que Maradona. Sí,
adoro la naturalidad con que los purretes acá lo juegan. Tan natural como para
mí actuar.

-¿Qué le representa actuar?
Robert:
-Mi vida. Si no actuara en cine, lo haría en teatro. Me encanta
convertirme en diferentes personas y hablar con distintos acentos. Ser versátil. Stalin, iceman, un vaquero de Montana, barbero, cubano, cantante alcohólico.

-Parece que además de encantarle, encanta. Ganó un Oscar en 1983, participó en
El Padrino II y Apocalipsis Now. ¿Sabe que muchos lo consideran uno de los
mejores cinco actores del planeta?
Robert:
-¿Quiénes son los otros cuatro?

-Dustin Hoffman, De Niro, Al Pacino y Anthony Hopkins.
Robert:
-Son opiniones que me enorgullecen.

-¿Le queda algo para hacer como tal o el deseo de trabajar con algún colega en
especial?
-Pregunta 1: tal vez. Pregunta 2: nadie. Cada vez que trabajé con quien quería
trabajar, no funcionó.

-De los argentinos, ¿arriesgaría nombres?
-Luppi… y Ricardo Darín. ¡Qué talento! A altura internacional. Morí de risa y
morí de emoción con El hijo de la novia.

-Definí a Duvall como actor y como hombre, Luciana.
-Obsesivo de su trabajo. Visionario. Accesible. Honesto, directo. En lo
personal, alguien al que hay que cuidar mucho, y el día entero, y que necesita
cierto ambiente donde crear. No manipula ni miente. Y un tipo divertido.

-¿Chinchudo?
Luciana:
-¿Quién no? Pero observarlo crear y explorar las culturas te produce
admiración. Puede hablar del jiu jitsu en Brasil, de tango, de política, hablar
de música, de ópera. Curioso.

-¿Y cómo es su mujer, Duvall? ¿De las que, como en el 2x4, se dejan llevar por
el macho?

-Difícil que se deje. Yo la llamo The general.
Luciana: -¡Boooob!
Robert: -También sweet heart, Querida, ¡Lu-cia-na! ¡Lu-cia-na! (como ordenando).
Es eficiente, personal, compasiva, pero en especial, buena persona.

-¿Por qué en su thriller sicológico no hay un romance entre ustedes como en la
realidad? Y no contesten que por una cuestión de edad.
Robert:
-(Risa). Resulta peligroso en mi trabajo de asesino a sueldo. Mejor con
una prostituta… Y más interesante si la prostituta luce el cuerpo de Natalia
Lobo.

-Tres matrimonios, bella compañera actual, Duvall pierde el pelo pero no las
mañas. ¿Cómo se mantiene? En la película hasta muestra el torso y usa colita y
candadito.
Luciana:
-(Interviene). Hace poco encontré un video con su segunda mujer. Robert
tenía 50 y parecía de 39. Me impresionó. Yo ahora lo veo de 60. Aparte, la
vitalidad, la pasión. En abril del 2002 se quebró seis costillas al caer de un
caballo en Virginia, donde residimos, y a los dos meses filmaba en Canadá.
Robert: -Gracias, me siento Terminator. ¿El secreto de mi juventud? Mucho
ejercicio -tengo un personal trainer-, dieta y tango. Poca carne, nada de vino,
agua y, lógico, un amor de 30. La extensión del cabello surgió de un peluquero
amigo que suele posar su talento en las cabezas de Pacino y De Niro.
Luciana: -Sólo usa anteojos para leer y escribir.

-A propósito, le llevó apenas seis semanas delinear el guión. ¿Tanto nos conoce
a los argentinos?
Robert:
-Aprendí.

-¿Y cómo somos?
Robert:
(Risas). Jejeje… Ehh… Un chofer español me definió: "Los franceses son
para Europa lo que los argentinos para Sudamérica. Buenos y malos".
A esta
altura ya me siento un poco argentino. ¿Que a los latinos no les gustan los
argentinos porque son arrogantes? Y bueno. Me aceptan aquí y lo aprecio.

-Arrogancia y soberbia transitan de la mano. Nosotros creemos que tenemos las
mejores mujeres, los mejores paisajes, las mejores comidas imaginadas.
Luciana:
-Parecemos brasileños.

-¿Coincide en alguna de las tres?
Robert:
-Coincido en que tienen las mejores colas del planeta (levanta el
pulgar). Y una de las mejores carnes. Aunque, en Nueva York hay una carne judía
espectacular.

-Usted, neoyorquino de Brooklyn, es contratado en la ficción por la familia de
una desaparecida, para matar a un general del Proceso. ¿Tiene una posición
tomada respecto de la derogación de indultos a los militares y subversivos?
Robert:
-Después de los crímenes, Menem dio una amnistía demasiado amplia;
intentó pacificar. Mi opinión es que ahora se debería juzgar de nuevo, pero en
la Argentina, y tanto a la derecha como a la izquierda por igual. Hechos sobre
palabras.

-Palabras. ¿Y cuál es la que más le gusta en español?
Robert:
-Cuando estudiaba, me gustaba pronunciar fe-rro-ca-rril, gui-ta-rra,
términos con erre. La lengua es bella. Aunque ustedes a veces exageran el yo.
Repetí caballo.

-¿Cabayyyo?
Robert:
-Good. Poco exagerado. Recuerdo a un conocido que quería mostrarse tan
argentino que pronunciaba "veintiyinco".
Luciana: -Pero comentale cuál es la palabra en castellano que menos te gusta con
erre, Duvall.
Robert: -(Respira e imposta). "Retiro".

por Leonardo Ibáñez
fotos: Christian Beliera
(enviados especiales a Bariloche, Río Negro)

agradecemos al Llao Llao Hotel & Resort

Duvall y Pedraza se conocieron en 1997 y habitan en Virginia, cerca de Washington. Hacemos un buen equipo tanto en el trabajo como en la vida", definen Robert y Luciana desde el Winter Garden del Llao Llao Hotel.">

Duvall y Pedraza se conocieron en 1997 y habitan en Virginia, cerca de Washington. "Hacemos un buen equipo tanto en el trabajo como en la vida", definen Robert y Luciana desde el Winter Garden del Llao Llao Hotel.

Había escrito el papel de Manuela para María Nieves, pero ella no aprendió inglés. Buscaba una joven que pudiera hablarlo y no lograba hallarla. Apareció Luciana y cautivó a todos" .">

"Había escrito el papel de Manuela para María Nieves, pero ella no aprendió inglés. Buscaba una joven que pudiera hablarlo y no lograba hallarla. Apareció Luciana y cautivó a todos" .

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig