“Con Carolina nos conocemos desde otra vida” – GENTE Online
 

“Con Carolina nos conocemos desde otra vida”

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El actor chileno, Benjamín Vicuña (27), llegó a Buenos Aires el miércoles 14 de diciembre, a las 17.50 horas, junto a Pablo Larraín, el director de Fuga –su opera prima–, un drama denso si los hay. Es la historia de un compositor, Vicuña, que enloquece, termina internado, escribe una pieza genial. Otro compositor, Gastón Pauls, la halla, y la idea es que la termine. De Ezeiza, remise a la playa para presentar el trailer –la cola, bah– en el Festival de Cine Pantalla Pinamar, diez minutos nomás. Treinta horas en la Argentina, poco más de treinta y cinco horas sin Pampita y su futuro primer hijo.

Ricchieri, Autopista Buenos Aires-La Plata, Ruta 2. Y hay que parar en Atalaya, no muy lejos de Chascomús. Alfajores, bocaditos de dulce de leche y un par de cervezas. Pero no compró las famosas medialunas. No sabía que ahí las hacían muy ricas. Una falta de argentinidad de este muchacho que en todo momento derrocha buena onda. Después, hay que cargar gas, porque si es un remise argentino, es fija que anda a gas. Vicuña se aleja a la vera de la ruta para un cigarrillo, para que no vuele todo por los aires, como cualquier pasajero local, y disfruta de una cerveza. Llegó, al hotel Terrazas del Sol, se pide bife de chorizo bien cocido, la llama a Carolina –Pampita, bah–, que está de cuatro meses. Después, un cóctel, y al día siguiente, presentación de la película, y un libro en una reposera. Podría hacer playita, pero el día no ayuda.

Sí, parece un tipo macanudo. Y lo es. Empecemos por las cosas profesionales. Después, habrá que olvidarse de eso de las concesiones. Benjamín se presta.

–¿Te preparaste mucho para interpretar a Eliseo Montalbán, tu personaje en Fuga?
–Mirá, estuve dos años en la preproducción de mi personaje, estudié piano y me entrené con José Luis Domínguez, director de la Filarmónica del Teatro Municipal, para aprender elementos e interpretar a un director de orquesta; presencié conciertos y me enamoré de la música de tal manera que ahora en casa tengo un piano. Creo que esta película, gracias a la música, tiene un lenguaje universal y yo me encariñé con ella. Y ahora en casa toco alguna fuga de Bach, o improviso algo.

–Pero Eliseo no sólo es músico...
–No, él sufre en su infancia una experiencia muy fuerte que lo condiciona psicológicamente. Por eso también observé muy de cerca el mundo de los enfermos mentales, ya que mi personaje es esquizofrénico. Presencié hasta un electroshock… Eso fue muy duro, pero muy útil a la hora de interpretar a Eliseo. Y con Pablo Larraín, el director de Fuga, estamos conformes con el trabajo, porque no quería dejar escapar ningún detalle de su primera película, y a mí, como actor, tampoco me gusta dejar las cosas por la mitad.

–¿Qué reacción hubo en tu familia, que es una de las más tradicionales y de la alta sociedad en Chile, cuando les dijiste que querías ser actor?
–Al principio se asustaron, porque tenían miedo de que no tuviera estabilidad económica, o por las drogas, que mucha gente dice que hay en el ambiente. Estuve un año sin hablar con mi padre. Pero esta etapa fue muy importante para mí, porque me abrió los ojos. Por suerte, enseguida mis padres me vieron contento, apasionado, y se quitaron los miedos. Y así mi familia se convirtió en mi fan número uno.

–En la Argentina tuviste muchas ofertas de trabajo y no aceptaste ninguna. ¿Por qué tomaste esa decisión?
–Estoy muy bien en Santiago y, además, tengo una responsabilidad social y cultural muy importante. Soy embajador de UNICEF, y ahí tengo mi centro cultural con Gonzalo Valenzuela, que se llama Mori. Y el día que trabaje en la Argentina va a ser cuando me reconozcan por mi trabajo, y no por ser la pareja de… No estoy acostumbrado al acoso periodístico, ni me gusta. Por eso, prefiero estar más protegido, y en Santiago lo estoy. Pero te aclaro que tengo mucha admiración por el trabajo que se hace en la Argentina. Para cualquier actor latino –por la cultura y los artistas que ustedes tienen– venir aquí es un triunfo. Sin embargo, cada cosa tiene su tiempo, y yo soy muy intuitivo. Este no es el momento.

–¿Creés que la historia de amor que estás viviendo con Pampita te impide venir a trabajar a la Argentina?
–No, simplemente creo que no es un buen momento. Hay muchas especulaciones y morbos con el tema del embarazo, que para mí y Carolina es súper natural y tiene que ver con nuestro amor. Es lo más bonito que me pasó en la vida, y no quiero hacer un circo de él. De todos modos, el día que venga a trabajar a la Argentina será para hacer teatro antes que televisión.

–A Carolina y a vos los habían convocado en Chile para hacer una película. ¿Aún está dentro de sus proyectos?
–La película, que se llama 4º C, está en preproducción y nos convocaron hace más de un año para hacerla, pero aún no sabemos si queremos trabajar juntos. ¿Cómo vamos a llevarnos el trabajo a casa?

–¿Hace cuánto que se conocen?
–Mucho, porque nosotros nos conocemos desde otra vida.

–Entonces, ¿cómo fue la reacción cuando se enteraron del embarazo? ¿Los sorprendió?
–Prefiero no entrar en detalles, pero no creo en las casualidades. Te juro que este bebé es deseado y esperado por nosotros.

–¿Y tu familia? ¿Cómo se tomó la noticia cuando le dijiste que te habías enamorado de una mujer todavía casada?
–No, no se los planteé así. Mi mamá está casada con un hombre que no es mi padre, y llevan 20 años juntos; y mi papá también rehizo su vida. Sé que los fracasos sentimentales existen, como asimismo sé reconocer el amor cuando se presenta una segunda oportunidad. Soy un ejemplo viviente de eso, y el que piensa distinto, evidentemente se quedó en el siglo pasado. Los seres humanos siempre buscamos la felicidad. Y con Carolina somos felices.

–Y si ella te hubiese pedido que vengas a vivir a la Argentina, ¿lo habrías hecho?
–Por supuesto.

–¿Saben dónde va a nacer su hijo?
–Sinceramente no… Por el momento con Carolina estamos armando nuestro hogar en Santiago.

–¿Y ya tienen el nombre?
–¡Ja, ja, ja! ¡Sí! ¡Lo tenemos!

–¿Y cuál es?
–Copro, porque es una hermosa coproducción argentino-chilena…

Hace un año les habían ofrecido hacer la película 4º C, una historia adolescente, que aún continua en preproducción. Después el destino los volvió a cruzar. Ella se separó de Martín Barrantes, se enamoraron perdidamente, y Pampita se mudó con él a Chile. Hoy alquilan una casa en las afueras de Santiago y esperan un hijo para junio.

Hace un año les habían ofrecido hacer la película 4º C, una historia adolescente, que aún continua en preproducción. Después el destino los volvió a cruzar. Ella se separó de Martín Barrantes, se enamoraron perdidamente, y Pampita se mudó con él a Chile. Hoy alquilan una casa en las afueras de Santiago y esperan un hijo para junio.

Llegó a Ezeiza con tres remeras, un par de zapatillas, un libro y apuntes, en un bolso de mano. En Chascomús paró en Atalaya donde compró bocaditos de dulce de leche, cerveza y cigarrillos, aunque obvió las famosas medialunas. Y tuvo que apearse del remise que lo llevaba para fumar, mientras su chofer cargaba gas. En Pinamar y antes de regresar a Buenos Aires, leyó un libro junto a la pileta  del hotel.

Llegó a Ezeiza con tres remeras, un par de zapatillas, un libro y apuntes, en un bolso de mano. En Chascomús paró en Atalaya donde compró bocaditos de dulce de leche, cerveza y cigarrillos, aunque obvió las famosas medialunas. Y tuvo que apearse del remise que lo llevaba para fumar, mientras su chofer cargaba gas. En Pinamar y antes de regresar a Buenos Aires, leyó un libro junto a la pileta del hotel.

En Chile, Benjamín trabaja en teatro, televisión y cine. Vino al Festival de Pinamar con Pablo Larraín, el director de Fuga, para presentar el trailer de la película que se presentará en marzo. Después adelantó su vuelta a Santiago para estar con Carolina y su panza, y cumplir sus compromisos laborales.

En Chile, Benjamín trabaja en teatro, televisión y cine. Vino al Festival de Pinamar con Pablo Larraín, el director de Fuga, para presentar el trailer de la película que se presentará en marzo. Después adelantó su vuelta a Santiago para estar con Carolina y su panza, y cumplir sus compromisos laborales.

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