“A nuestro amor le faltaba una bendición como Mia” – GENTE Online
 

“A nuestro amor le faltaba una bendición como Mia”

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Fue muy emocionante haber presenciado el parto. Y cuando veía a mi hija salir de mi mujer, casi me desmayo. Todavía estoy un poco conmovido. Creo que me cansé más yo que Natalia. Mis amigos venían a visitarnos al sanatorio y nos decían: ‘Ella está divina; ahora vos… tenés unas ojeras que te llegan al piso…’. Es que me puse muy nervioso. Se me caían las lágrimas cuando la tuve en brazos por primera vez. A nuestro amor le faltaba una bendición como Mia”.

En la puerta del Sanatorio Otamendi y Miroli, Matías Martin (34) termina su declaración con una carcajada. Se lo ve feliz, y no es para menos. Es que hace apenas unas horas su mujer, la modelo Natalia Graciano (29), lo convirtió en papá por segunda vez. Un broche de oro para esta pareja que nació hace tres años.

Aunque en un principio no les importaba mucho el sexo del bebé, para Matías –que también es papá de Luca (5), a quien tuvo con la actriz Nancy Dupláa–, saber que el nuevo integrante de la familia iba a ser una nena fue una felicidad por partida doble: “Mi hija nació el miércoles a las tres de la mañana, en perfecto estado y con un peso de 3,250 kilos. Y como Natalia se recuperó rápido del parto normal, el doctor Guillermo Paniceres le dio el alta enseguida. Nos íbamos a ir del sanatorio el viernes, pero como estamos haciendo unas refacciones en casa, decidimos quedarnos un día más”, comentó el sábado el conductor de Cámara en mano, quien desde el nacimiento de su hija apenas se separó de su mujer.

Desde que volvimos de nuestra luna de miel y me enteré de que estaba embarazada, la acompañé a todas las ecografías, a todos los estudios, y ahora que ya nació mi hija voy a estar mucho más pendiente de todo. Ya me veo llamando por teléfono en cada corte que tengamos en el programa de radio o en cada pausa del de televisión. No sé cómo voy a hacer para trabajar tantas horas en la semana y separarme de mis chicas tanto tiempo”, agregó.

Pero la alegría de Matías se vio reflejada no sólo a la salida del sanatorio. El lunes, en su programa de radio –Basta de todo, de lunes a viernes de 14 a 18 por FM Metro–, también abrió el espacio contando cómo fueron sus primeros días con la beba en casa: “Les confieso: estoy muerto, porque pude dormir sólo cuatro horas por día, ¡pero de doce y media de la noche a dos y media de la madrugada, y después, de seis de la mañana a ocho! Es terrible. En el sanatorio estaba todo bien, porque me despertaba cuando Mia lloraba, se la alcanzaba a Natalia, ella le daba el pecho, enseguida venía la nurse y me volvía a dormir. Pero en casa la cosa cambió: me levanto, prendo la luz, le alcanzo una toallita, la alzo a upa… el ritual es mucho más complicado. Cada teta es una tarea que dura 45 minutos. Igual no me quejo: la llegada de un hijo es una alegría tan grande que cualquier esfuerzo vale la pena”.

Matías, Natalia y Mia en la habitación que ocuparon en el Sanatorio Otamendi y Miroli. Aprovecharon este momento íntimo para hacerse la primera foto juntos.

Matías, Natalia y Mia en la habitación que ocuparon en el Sanatorio Otamendi y Miroli. Aprovecharon este momento íntimo para hacerse la primera foto juntos.

“<i>Ya me veo llamando por teléfono en cada corte que tengamos en el programa de radio o en cada pausa del de televisión. No sé cómo voy a hacer para separarme de mis chicas tanto tiempo</i>”. (Matías Martin)

Ya me veo llamando por teléfono en cada corte que tengamos en el programa de radio o en cada pausa del de televisión. No sé cómo voy a hacer para separarme de mis chicas tanto tiempo”. (Matías Martin)

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